La Calle Caminito de Buenos Aires es color, arte e inspiración

La Calle Caminito de Buenos Aires es color, arte e inspiración

Todos los que escuchamos nuestra música favorita y de verdad la apreciamos, en algún momento nos preguntamos ¿qué inspiró a esos grandes cantantes para componer tan hermosas letras? ¿De dónde surgen melodías que parecen ganar la partida al tiempo y volverse inmortales en cuanto nacen? 

Quien haya escuchado a Carlos Gardel debe preguntarse lo mismo, pero en este caso la respuesta es clara: Su mayor inspiración fue la Calle Caminito de Buenos Aires, la calle de la alegría, de la luz, de la vida y los colores.

El primer museo al Aire libre renueva sus espacios

La historia de la Calle Caminito y su valor cultural se remonta a décadas atrás, cuando en la Argentina de los años 50, inmigrantes que tenían por costumbre ( y en parte necesidad) de pintar las fachadas de sus casas con pintura que sobraba al pintar los barcos, terminaron dando un aspecto increíblemente colorido a todo el espacio.

El detalle era que aquella pintura no solo tenía colores chillones, el aspecto era entre rústico y artístico, como una pintura de un antiguo carnaval del cual los colores se mantuvieron vivos por la eternidad, así podemos imaginar a Carnavalito en aquellos años pero, mejor que imaginarlo puede ser visitarlo, ya que el plan para mejorar y retomar el aire artístico del espacio al aire libre incluye las fachadas de las casas, murales y otros productos de la inspiración y las vivencias de la época.

En 1959, con la declaratoria local como “Calle Museo”, la Calle Caminito de Buenos Aires pasó a convertirse en el primer museo al aire libre que se conozca. Obviamente su fama creció y con ello, sus historias.

La Calle Caminito inspiración de Gardel

Cuentas los que vivieron aquellos años y quienes por vía oral conocieron relatos de los habitantes de aquella época, que Gardel solía visitar la Calle Caminito donde se podía conseguir lo que podamos imaginar en una Calle cerca del Río la Plata, donde inmigrantes europeos se establecieron creando movimiento económico, algo de dinámica social que dio paso a una cultura propia y a la mezcla de danzas europeas con el tango que ya estaba dentro del corazón de Argentina.

Es por aquel famoso tango, Caminito, que le viene el nombre a la calle y se cuenta que Gardel más que visitar la Calle Caminito, se inspiraba en sus viejos paisajes y murales, Los colores que definían aquel cuadro vivo, vibrante y algunas tardes cargado de melancolía, para componer varias de sus mejores canciones.

Luis Argerich [CC BY (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0)]

Turistas dan visto bueno al trabajo de restauración

Desde el trabajo de restauración las visitas de turistas han crecido según las estadísticas y es el mejor aval para el trabajo que se hizo para revivir, recrear y sobre todo difundir una joya que se  niega a morir, un espacio que de tantas sonrisas, recuerdos, música y colores, vida y lágrimas y sobre todo, de tanto conocer argentinos se volvió casi un espacio con nacionalidad Argentina y hoy vuelve a saludar a todos con su sonrisa brillante , la Calle Caminito de Buenos Aires. 

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